miércoles, 1 de octubre de 2014

passing afternoon iron and wine







  Los recuerdos transforman los momentos, les dan un valor mayor del que tienen mientras suceden porque en ellos somos, mientras que el sobrevalorado presente no nos pertenece hasta dejar de serlo.














  Nunca me gustó Amber, intrigante, inquietante, me ponía nervioso. La cuelgo aquí porque el vídeo traduce bien esta preciosa canción y no encuentro otra, así que leedla con los ojos cerrados... 





















  Hay rostros imposibles. Se encuentran en un instante de paso en el tiempo, entre la realidad y el recuerdo, ni es, ni puede recordarse, escapa borroso de un espacio al otro, pareciendo sin embargo más auténtico entonces que en cualquier otro estado. Imanta nuestra mente a su belleza, nos enreda y arrastra. Hechiza. 
 Hay que soltarse, permitir que se desvanezca y llegue al mundo de la memoria propia o ajena. 








  Comienza el trayecto. Se aleja hacia el recuerdo. Como un rito, mientras sucede desaparece y podemos dar media vuelta y alejarnos.

















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